Capítulo 8: "De los beneficios de dormir en la posición siamesa fetal doble", también titulado "Cucharita now!"
Fundamento:
Más conocida con el nombre vulgar de "posición cucharita", es ésta una de las posiciones predilectas de las parejas actuales. Un 70% de las parejas sondeadas son asiduas practicantes de este método con variadas finalidades. Aseguran que ésta requiere atención particular y demanda una búsqueda incansable* de su perfeccionamiento. El convertirse en verdaderos expertos de la "cucharée", exige continuos intentos, muchos de los cuales serán derrotas colosales.
A continuación detallaremos algunas de sus características, beneficios y precauciones a ser tenidas en cuenta para una práctica sana y con éxito rotundo.
Orígenes:
Ahondando en los anales de la historia, encontramos que las primeras referencias a esta práctica se remontan a la época del Rey Leopoldo Estanislao XXVII, a quién todos conocían como "El Cacho".
Debido a una fuerte presión política, Leopoldo vióse obligado a contraer nupcias con la condesa Charlotte Ricard.
Cuentan los cronistas de la época que el rey tuvo la gracia* de conocer el virginal rostro de su prometida recién en el momento mismo en que se celebraba la boda. Petrificóse de asombro al constatar el desorden estético que se escondía detrás del velo facial de la condesa y nególe el beso que daría inicio a su vida matrimonial.
Los consejeros reales y la aristocracia, exigían la llegada de un heredero para asegurar la continuidad del reino.
Fiel a sus principios religiosos, Leopoldo rechazó las numerosas alternativas presentadas por sus ministros (incluido el Obispo), los cuáles insistían en que se engendrara un hijo ilegítimo con alguna* de las cortesanas del reino. El rey no quería ser presa de la tentación sugerida: engañar a su pueblo de esta manera.
Luego de numerosos intentos que carecieron de la firmeza necesaria, y dado que cubrir el rostro de la reina con una almohada atentaba contra la vida de ésta, el rey finalmente dióse por vencido.
La reina enojóse ante los continuos rechazos de su marido y dióle la espalda en el lecho real.
Pero una noche, el rencor dio paso a la tristeza y Charlotte rompió en incontenible llanto.
El rey, conmovido, decidió aproximarse y abrazarla.
Leopoldo se percató entonces de la trémula tibieza y el dulce aroma que desprendía la tersa piel de su esposa. Arimóse un poco más. Fue entonces que penetró en sus oídos el suave sollozar de aquella frágil criatura, y entendió que ella era una buena y amable mujer.
El corazón del rey comenzó a latir con más fuerza y la sangre tomó un sólo rumbo.
Esa noche, la reina vio interumpida su angustia por una creciente pasión.
Según aseguran nuestras referencias, la descendencia del rey Leopoldo y Charlotte Ricard, fue una de las más prolíficas de la época.
Características:
- Se trata de una posición en donde dos o más cuerpos en posición fetal se aproximan y entran en contacto en paralela juxtaposición y sin interferencia. Una de las personas, sujeto a, será el/la abrazante, mientras que la otra, sujeto b, será el/la abrazado/a.
- En el caso de tratarse de más de dos practicantes, puede conocerse a la Cucharita con denominaciones tales "el sanguchito", "el trencito del oeste" o "la ronda catonga".
- Se recomienda la práctica sobre superficies blandas.
- Ideales son: escasa o nula vestimenta, un máximo acople de los cuerpos y la disponibilidad de apropiadas almohadas y/o almohadones.
Sección empírica:
He aquí algunos ejemplos de catalizadores que incitan a la práctica de la "Cucharée".
1) El frío: ¿Qué mejor excusa que refugiarse en los brazos del otro en las gélidas y desoladas noches invernales? ¿Eh? El calor corporal se concentra muy efectivamente cuanto mayor sea el contacto entre las pieles.
2) La tormenta: El Dios Thor puede ser un gran aliado para esta práctica. Basta con que de rienda suelta a su su furia, haciendo temblar el cielo, para que el sujeto b encuentre protección en los brazos del sujeto a. Bueno, si la tormenta es larga...
3) La cama de una plaza (o sillón): Pocas posiciones habilitan el máximo aprovechamiento del espacio como la cucharita.
4) El sexo: Si aún no se les había ocurrido, vuelva a leer la sección "Orígenes" de este capítulo. Agregaremos solamente un recordatorio pertinente: la cucharita puede utilizarse antes, durante y después de este ejemplo.
5) La pelea: Nuestros investigadores aseguran que este detonante es más frecuentemente utilizado por el género femenino. Podríamos resumirlo como: "Te doy la espalda porque estoy enojada", y subsecuente aproximación "involuntaria" de alguna parte del cuerpo femenino (a Charlotte le funcionó).
6) El despertador: Los mismos investigadores comentaron extraoficialmente, en el entretiempo de un partido de fútbol, que el hombre, por su parte, busca la perpetración de esta posición, con la excusa de interrumpir los sueños de su pareja mediante el contacto físico y llevar finalmente a otra perpetración* (sugerida en el punto 4). El desperetador es también conocido como: "Pssst! ¿Estás dormido/a?".
Precaauciones:
- Para el sujeto a: El/la abrazante:
a) Cuide particularmente la circulación sanguínea en sus brazos o podría despertar con la extraña sensación de estar manco/a. Si debe retirar el brazo, intente no molestar continuamente al sujeto b y/o despertarlo.
b) Un infortunado ronquido en los oídos del sujeto b podría finalizar con un desalojo del lecho.
c) Es aconsejable verificar el no consumir alioli, chimichurri o porotos de la abuela con chorizo de campo, antes de esta práctica (en especial si será la primera vez).
- Para el sujeto b: El/la abrazado/a:
a) En lo posible, evitar los pies fríos.
b) Cuidar especialmente el no empujar al sujeto a con el posterior o las piernas.
c) Recordar que si bien es el/la abrazado/a, también puede abrazar de alguna manera. Haga volar su imaginación.
d) Sea el/la abrazante de vez en cuando.
Notas *:
- Incansable: Y sino tómese un tente-en-pie.
- Gracia: Tal vez desgracia.
- Alguna: Todas.
- Perpetración: ¿Era esa la palabra?
A modo de cierre:
Charlotte se despertó luego de una apasionada noche, sorprendida por todo lo acontecido, cuando ya no le quedaba esperanza alguna.
Había esperado ese primer momento durante interminables años, desde que la Bruja de su casi desconocido país, la condenara con un terrible hechizo cuando ella era aún una niña de brazos.
"Tu rostro será un cuadro de Picasso (que dentro de algunos siglos será un artista muy famoso) hasta la noche en que se consuma tu matrimonio. Sólo entonces recobrarás el orden de tus facciones."
Los padres de Charlotte intentaron que su hija se desposara cuanto antes, pero sus intentos fallaban cada vez, en cuanto los consuegros se reunían a negociar las dotes para el casamiento y tenían el infortunio de conocer a la dama.
Por esta razón, finalmente decidieron encontrar un rey soltero que viviera lo más alejado posible de ellos, para que así fuese imposible que conociera la maldición que transformaba el rostro de Charlotte en un caos imposible, y le otrorgaba la fama de "La Cuasimoda".
Pensando en su oscuro pasado, Charlotte volvió a dormise luego de reacomodarse en el abrazo tibio y protector de Leopoldo. El hechizo se había roto.